Huaral: PLACER EN TODOS LOS SENTIDOS

Si está pensando escaparse este fin de semana, aprovechando los primeros rayos de sol, el norte es una muy buena opción. A un poco más de hora y media de Lima está Huaral; una villa, donde la tranquilidad de sus bucólicos parajes se mezcla con los aromas de su fruta inédita y los sabores de su variada gastronomía. En resumen, Huaral es el lugar donde todos nuestros sentidos encuentran placer.


Capital de la provincia limeña del mismo nombre, Huaral, a pesar de su reciente desarrollo urbano, conserva lugares que nos evocan los tiempos de su fundación española ocurrida el 21 de marzo de 1551, bajo el mandato del virrey Antonio de Mendoza. De hecho, lo primero que nos llama la atención es la cantidad de comercio que salta a la vista en sus principales arterias. Hay hoteles y hospedajes de todos los estilos y precios que comparten el espacio con modernos centros comerciales y lugares de diversión nocturna.
Pero vayamos en orden. El equipo de Perú Off Road llegó muy temprano en la mañana tras hora y media de manejo en la Kia Niro, el primer vehículo híbrido que la marca comercializa en nuestro país. Por supuesto, a esa hora se llega con ganas de un buen desayuno. Entonces, el visitante puede escoger entre Delpino Restaurante en el Km 77.5 de la Panamericana Norte, que ofrece un sándwich de asado sencillamente espectacular o también, la famosa chicharronería Lupita.
Después del desayuno, la familia puede visitar uno de los lugares más espirituales y agradables de Huaral. El parque EcoTruly, una comunidad ecológica, artística y autosostenible donde el turista puede tener contacto directo con prácticas de meditación como el yoga, obtener mucha información sobre la alimentación vegana e incluso hospedarse en esta mini ciudad de arquitectura muy particular. Definitivamente, un lugar para encontrarse a sí mismo.
A la hora del almuerzo, los numerosos restaurantes ofrecen gran variedad de sabores y cartas, tanto así que, el viajero tiene problemas para decidir. Pero, si nos permite una recomendación, déjenos decirle que la especialidad del lugar parece ser el Chancho al Palo, platillo que hasta tiene su propio festival y que el viajero lo puede disfrutar en todo su esplendor en el restaurante Warmy de Pepe y Laura. Para quienes desean almorzar en pleno contacto con la naturaleza, está el Lomas Delpino, restaurante versión campestre.


Tras un breve recorrido en trocha, se llega a Las Shicras, un proyecto arqueológico, donde se han encontrado vestigios de un templo de hace 2,800 años A.C. y que está dando información del momento en que el antiguo peruano inició la domesticación de la naturaleza y la agricultura como medio de vida.
Huaral puede ser visitada bajo la modalidad Full Day, pero si sus planes incluyen quedarse por algunos días, puede hacerlo en un lugar tranquilo y cómodo como el Hotel Las Dalias que además tiene un muy buen restaurante. Además, desde esta bella ciudad usted puede realizar excursiones a otros atractivos como el Castillo de Chancay o las Lomas de Lachay.


Lugar obligado de visita en Huaral es la famosa Hacienda Huando -sí, la de las naranjas sin pepa-. El espacio ha sido recuperado por una nueva administración, por lo que está volviendo a lucir la belleza de sus mejores épocas. En cada una de sus habitaciones y salones se respira historia y hasta parece percibirse el aroma de sus deliciosas naranjas que le dieron fama internacional. Mención aparte merece la capilla que, hace de su sencillez una joya artística.

Antes de partir a Lima, es indispensable hacer una parada en la Dulcería de la Señora Barzola, una verdadera maestra de la repostería. Sería una lástima no traer a casa una de sus creaciones.
Así es Huaral, amalgama de sabores, la capital de la naranja, cuna de personalidades y grandes deportistas. Un lugar para liberarse de la tensión citadina, para encontrar horas de paz y darle gusto a cada uno de nuestros sentidos.

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