DESDE ARRIBA por Gastón Basadre

Este fin de semana pasado me entretuve muchísimo viendo la carrera de la serie NASCAR en el ovalo de tierra, si tierra, en Bristol, Connecticut. Para este año los organizadores de la serie han lanzado el 7Gen, la nueva generación para lo que se conoce como Cup Racing. Si bien continuamos con los V8 clásicos con un máximo caballaje de 670HP para los óvalos cortos y otros menos potentes, 550HP, para los de 1.5 millas a más, ahora la caja es secuencial con cambios en el timón en lugar de la 4 al piso. La visión a futuro les permitirá, si así lo deciden, usar tecnología híbrida e incluir fuerza eléctrica como esta sucediendo en las grandes ligas. Las llantas tienen un sólo perno central en lugar de los cinco que tenían como norma y pasaron de 15 a 18 pulgadas en los aros. El peso mínimo es de 1,451 kilos (3,200 libras) y por primera vez cuentan con suspensión posterior independiente en lugar del eje rígido. Para mejorar la performance y mantener los costos en regla han optado por paneles de fibra en lugar de las planchas metálicas. Este 2022 tenemos tres fabricantes representados por los Camaro (Chevy), Mustang (Ford) y Camry (Toyota).
Dicho todo esto, fue tremenda la carrera en la tierra. Ver a estos semi dinosaurios en proceso de modernización entrar de lado en cada curva fue simplemente espectacular. Con ese peso y potencia no es nada fácil controlarlos cuando el pelotón entero está corriendo junto con dos y tres autos a la rueda. Como era de esperarse, los toques y accidentes mantuvo a los fanáticos al borde del asiento. Peleada de principio a fin termino como debía, con un intento final de parte de Chase Briscoe, que estaba segundo, tratando de pasar a Tyler Reddick en la última curva; pero la tierra y la velocidad que llevaba hizo que toque a Reddick, que había liderado las ultimas 99 vueltas, perdiendo ambos el control de sus máquinas y dándole la victoria al expectante Kyle Busch. Muchos pilotos cometieron errores durante la competencia y se quejaron de la idea de correr en un circuito con estas características, sin embargo, el rating de audiencia marcó un récord como la carrera de NASCAR más vista desde 2016. Desde luego los organizadores ya anunciaron el regreso de Bristol en tierra para el 2023.


Imola es la siguiente parada en el campeonato de la Formula 1 y con ello el retorno de la clasificación, que no es clasificación, para la carrera “sprint” de 100 kilómetros que decidirá el orden de partida para la carrera del domingo. El cambio más importante aquí es el hecho que se otorgaran puntos para los 8 primeros, 8 al ganador y uno menos para los seguidores hasta el octavo lugar. Para esta carrera que tampoco es carrera no es necesario cambiar neumáticos a diferencia de la carrera en sí.
Imola es un circuito muy rápido y el porpoising nuevamente va a ser un tema para tomar en cuenta. Viendo el desarrollo de la carrera anterior fue curioso ver a los Ferrari con el efecto más pronunciado, sin embargo, las prestaciones del auto en la zona trabada del circuito son de eficiencia absoluta. Charles LeClerc fue muy claro en sus declaraciones cuando se refirió a la falta de confianza en la frenada con el rebote de su Ferrari, especialmente en los relanzamientos luego de las banderas amarillas.
Han pasado dos semanas desde que corrieron en Australia y es suficiente tiempo para trabajar en mejorar la aerodinámica de estos nuevos F1 y entender los retos un poco mejor. Estoy seguro que la mayoría, sino todos los equipos traerán mejoras en los autos. Ferrari sigue como favorito, pero es difícil predecir las cosas en esta F1 tan competitiva. Pongámonos en cabecera de pista y preparemos el decolaje para ver el desarrollo en San Marino… ¡desde arriba!

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