
Barcelona 2022 tenía todos los ingredientes para hacer del fin de semana uno de esos donde se mezclan todas las posibilidades, las mejores y las peores, donde la expectativa estuvo muy elevada por parte de cada equipo con la cantidad de mejoras que cada escudería probaría en un circuito donde tienen toda la data necesaria para poder comparar el comportamiento de los autos. El único equipo que no trajo piezas nuevas fue Haas porque según Gunther Steiner el auto esta bien y solo les toca afinar la puesta a punto para sacar el potencial a relucir y viéndolo en pista estoy totalmente de acuerdo con su análisis en un momento donde los equipos empiezan a quejarse de las limitaciones de gastos. Cada pieza nueva y la ingeniería que conlleva tiene un costo elevadísimo. Si a esto le sumamos los accidentes en las primeras 6 carreras y los costos de reparación pues veremos que el dinero necesario para el desarrollo se empieza a acabar.
No fue gran sorpresa ver nuevamente a los Mercedes haciendo muy buenos tiempos en las prácticas donde el auto era visiblemente más estable, pero si sorprendió que esto continuó en la clasificación. Finalmente encontraron la solución al rebote y ahora es cuestión de afinar los ajustes. Para Christian Horner la cosa es muy clara, los Flecha de Plata se vienen encima. Mientras tanto en Red Bull continúan los pequeños problemas que pueden hacerlos retroceder. En clasificación tuvieron que abandonar la vuelta rápida de Verstappen en la Q3 por desperfectos entregándole la pole a Charles Leclerc en la Ferrari quien estuvo en su mejor momento. Carlos Sainz no pudo mejorar el primer tiempo de Verstappen y tuvo que contentarse con el tercer lugar en la partida. George Russell fue la sorpresa con la cuarta ubicación por delante de Sergio Pérez y Lewis Hamilton quien cerraba la tercera fila.

En la partida vino el caos y el toque en la curva 4 entre un rápido Magnussen y Hamilton que se vio entreverado entre los punteros. Magnussen se fue por la leca y Hamilton terminó con un pinchazo en el neumático delantero izquierdo. Tuvo que girar a paso de tortuga para entrar a boxes y cambiar llantas. Al salir nuevamente se encontraba en ultimo lugar casi una vuelta atrás del resto. Circunstancias como estas para Hamilton solo significaban dar el todo por el todo y recuperar lo más posible sin bajar la guardia, pero esta vez el comentario por radio fue “…retiremos el auto y cuidemos el motor…”. Este no es el Hamilton que conocí, que jamás en su carrera se había dado por vencido. Pete “Bono” Bonnington, su ingeniero de carrera, le contesto que podían terminar octavos y con ello hacerse de algunos puntos. Luego de ese intercambio donde por primera vez quedo claro que no esta en su mejor momento, vimos el regreso del Hamilton que conocemos, donde no dejo nada en la pista. Mientras tanto en la pista Leclerc en la punta sacaba ventaja de un Verstappen herido. El DRS no le estaba funcionando en la recta principal y lo único que le producía era frustración al punto que se salió por la grava perdiendo más tiempo. Luego lo vimos intentado pasar a George Russell quien lo contuvo magistralmente por muchísimas vueltas. Finalmente, la Ferrari de Leclerc sucumbió a las altas temperaturas y vinieron las órdenes del equipo con la indicación al “Checo” de dejar pasar a Verstappen. El mexicano no sonó nada contento con la orden, pero la acato. Al terminar la carrera Christian Horner comento que “Checo” estaba en otra estrategia y no hubiese podido terminar con los neumáticos que llevaba. Eso simplemente fue el comentario para bajar la temperatura a la discusión que tendrían en los garajes una vez terminadas las celebraciones. Fue un 1-2 para Red Bull donde Verstappen toma la punta en el campeonato y George Russell se volvió a subir al podio con el tercer lugar. Hamilton hubiese terminado cuarto de no ser porque tuvo que bajar el ritmo en las ultimas dos vueltas por el recalentamiento excesivo del motor cediéndole el puesto a Carlos Sainz.
El otro gran evento del fin de semana fue la clasificación para las 500 millas de Indianapolis en la catedral de la velocidad. El formato de clasificación ha cambiado sustancialmente. Ahora quedan preestablecidos los puestos 13 al 33 en la primera tanda y los 12 restantes salen a buscar a los 6 mejores quienes nuevamente salen por la mejor velocidad. Aquí la clasificación la miden por velocidad promedio en cuatro vueltas lanzadas. El neozelandés Scott Dixon marcó 234.046 millas por hora en el promedio haciéndose de la pole seguido en la misma línea por su compañero y actual campeón de la serie el español Alex Palou y el holandés Rinus Veekay del Ed Carpenter Racing, los dos primeros en Honda y Veekay con el Chevy.
Lo que se viene es el caramelo del año. El GP de Mónaco donde la velocidad final no es tan importante. Según el reporte del tiempo podría llover el sábado y mayores posibilidades de lluvia el domingo. Levantaremos vuelo temprano para luego trasladarnos a la “catedral” y disfrutar de la versión 106 de las 500 de Indy viendo todo esto como siempre… ¡desde arriba!