Ni todas las luces, el show de las aguas, el desfile de estrellas ni el glamour pudieron darle brillo a una carrera deslucida por el desenlace. Tras una inspección post-race, los comisarios decidieron descalificar a los McLaren de Lando Norris (P2) y Oscar Piastri (P4) por un incumplimiento en el grosor del bloque de deslizamiento trasero. Con esto, el ganador del Gran Premio de Las Vegas, Max Verstappen mantiene vivas las posibilidades de conquistar su quinta corona consecutiva en la Fórmula Uno. Esta es la crónica de una fiesta que terminó con caras largas.
La pista callejera de la capital del juego, sigue siendo complicada para los pilotos. Tiene alcantarillas que ya han provocado más de un problema, no hay vías de escape seguras y por si fuera poco, los auxiliares cometen errores como estar en zona restringida en plena carrera o recoger los desechos con la mano y luego no saber cómo salir del trazado.
Este año, la sumatoria de agua más pintura dio como resultado un piso resbaladizo en los días previos. El viernes por la noche, Lando Norris había conseguido una pole, prácticamente haciendo patinar a su McLaren sobre un piso anegado por la lluvia que había caído horas antes. Verstappen se ubicó segundo, mientras que, sorpresivamente Carlos Sainz puso el Williams en segunda fila. Una inoportuna bandera amarilla dejó a Kimi Antonelli y a Lewis Hamilton entrampados apenas en la Q1.
Cuando las cinco luces del semáforo se apagaron al día siguiente, Norris hizo una errática maniobra para cerrar el paso de Verstappen que lo llevó a pasarse en la frenada, quedando descolocado para irse afuera. El neerlandés aprovechó el obsequio, puso el Red Bull en la punta y no la soltó jamás.
Desde atrás George Russell en el Mercedes, también se valió de la enorme desconcentración de Norris para arrebatarle la segunda casilla e ir a la caza del líder. Tras presionarlo muy de cerca por algunas vueltas, bajó el ritmo acusando un problema en el volante. A partir de allí, Verstappen no tuvo ningún sobresalto y estiró su ventaja, tanto así que, pudo hacer la parada sin perder su posición.
Charles Leclerc recuperó los lugares perdidos, rebasando a un Piastri que -definitivamente- ha perdido todo el brillo de inicios de año, y luego a Hadjar. El otro Ferrari de Hamilton que partió penúltimo ya andaba en zona de puntos.
Los Williams tuvieron suertes distintas. Carlos Sainz pudo mantenerse cerca al pelotón de avanzada y tras las descalificaciones, obtuvo un meritorio quinto lugar. Por su parte Alex Albon fue un concierto de problemas. Tuvo incidentes con todos sus vecinos de grilla, incluyendo un toque con Lewis Hamilton, además de otros errores que le valieron penalizaciones y un posterior abandono.
Kimi Antonelli en el otro Mercedes tuvo que afrontar una sanción por una falta en la partida, pero demostrando un ritmo contundente, terminó en tercer lugar, detrás de su compañero de equipo.
La bandera a cuadros y la posterior decisión de la FIA, dejó a Lando Norris con sus mismos 390 puntos con los que llegó a Las Vegas, lo siguen empatados Oscar Piastri y Max Verstappen con 366. Atrás George Russell con 294 y Charles Leclerc con 226. Una pequeña cuota de suspenso en una temporada en la que podría terminar la hegemonía del tetracampeón neerlandés. En Las Vegas, el show de luces, agua, fuegos artificiales, el ratón Mickey y sonrisas nerviosas escondían bajo la elegante alfombra un sismo que, podría terminar en una semana cuando se corra el GP de Catar. Hasta entonces.
Jorge Luis Garay. Comunicador audiovisual, guionista y docente universitario. Redactor de contenidos en Perú Off Road & Racing
Fotos: Red Bull Content Pool
