DESDE ARRIBA por Gastón Basadre

El Gran Premio de Italia en Monza confirma que Max Verstappen está en otra liga y es prácticamente intocable. Pueden penalizarlo, cambiarle la estrategia y tirarle banderas amarillas, pero saldrá victorioso. Si bien la confiabilidad de los motores Red Bull podría mejorar, no es problema mayor ya que partiendo de la posición que sea remará hasta hacerse de la punta. Me recuerda a la era Schumacher en Ferrari.
Fue una carrera singular debido a las penalizaciones por cambios de componentes mecánicos. El único que salió en el lugar en que clasificó fue Charles Leclerc quien hizo la pole por el menor de los márgenes sobre Verstappen quien partiría 7mo. Las penalizaciones más fuertes fueron la de Sainz, 15 puestos para atrás, Hamilton con 14 -ambos por cambiar motor- y Pérez con 9 lugares. Con ello George Russell se beneficiaba con el 2do lugar en la grilla, así como el dúo de McLaren que acaparaban la segunda fila, Norris delante de Ricciardo. Otra sorpresa fue el llamado que recibió Nick DeVries del jefe de Williams, Jost Capito, poco antes de iniciarse la clasificación donde le pedía tomar el lugar de Alex Albon, quien fue llevado de emergencia para operarlo de apendicitis. Curiosamente, DeVries había tomado parte en la FP1 con el equipo Aston Martin pero nunca se había subido al Williams. No solo fue mejor que Nicolas Latifi en el otro Williams sino que gracias a las penalidades saldría en 8vo lugar. Desde luego en carrera mantuvo contacto con los 10 primeros en todo momento y termino 9no, logrando sus primeros puntos en la F1 en su primera partida. De más está decir que la suerte de Nicolas Latifi está más que resuelta y su paso por la serie debe terminar con la última de esta temporada. DeVries no solo fue muy superior con un auto que no conocía, sino que además fue votado piloto de la fecha.

Leclerc tenía buenas expectativas partiendo primero con un buen número de autos entre el suyo y el de Verstappen. Al principio esto fue así y los de Ferrari parecían tener todo bajo control. Una temprana bandera amarilla hizo que trajeran al puntero por llantas nuevas y con ello le cedía la posición a Verstappen que venía a otro ritmo. Atrás, Sainz venia volando y Hamilton un poco más retrasado hasta que encontró el balance.
Max se fue alejando poco a poco y Leclerc se tuvo que contentar con un 2do lugar delante de los Tifosi. Russell pudo contener la atropellada de Sainz para hacerse de otro podio. Hamilton terminó detrás de Sainz.
Este resultado nos da la posibilidad matemática que Verstappen se corone campeón en la siguiente que será Singapur. De no darse los números es más que probable que lo haga en Japón.
Esta situación trae a colación la posibilidad real de que Mercedes, que si bien es cierto ha mejorado muchísimo tiene aún un largo camino que recorrer, pueda pasar a Ferrari en el campeonato de constructores. La diferencia es de tan solo 35 puntos y a mi humilde parecer esto solo se va a ir acortando. Es muy probable que Leclerc tenga que añadir un motor a su asignación y con ello la penalidad del caso. Hamilton lo hizo ahora en Monza como precaución porque aún no terminan la reparación del motor que tuvo daños por el accidente en Spa con Fernando Alonso. Si a esto le añadimos las inconsistencias del equipo italiano entonces esta posibilidad para Mercedes solamente crece.
Ahora tenemos 3 semanas hasta llegar a Singapur, Carrera que se da de noche debido al intenso calor.
Aterricemos por ahora. La temporada europea llego a su fin y empezamos el tramo final. Recarguemos baterías para continuar en poco tiempo y seguir este maravilloso campeonato…¡desde arriba!

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