Max Verstappen logró en Imola su segundo triunfo del 2025 que aun lo mantiene cerca de los punteros y a la esperanza de la quinta corona. Aparte de los propios méritos que nadie puede negar en el piloto neerlandés, esta vez, muchas cosas conspiraron a su favor. La principal, la cadena de errores y malas decisiones de McLaren. En tierra de pizzas, spaghettis y raviolis no encaja la papaya.
El sábado de clasificación empezó con el aterrador accidente de Yuki Tsunoda en la curva Villaneuve. Si, allí mismo donde hace 31 años se mató Roland Ratzenberger. Felizmente para el joven japonés, se bajó ileso del arruinado Red Bull. Ya casi para terminar la Q1, el argentino Franco Colapinto destrozó su Alpine en Tamburello. Las dos curvas más temidas en Emilia-Romagna volvían a sonar a golpe fuerte y gritos de miedo. Una sombra de ingratos recuerdos rozó el circuito Enzo y Dino Ferrari.
Al final, la sesión terminó con un Oscar Piastri que en el último segundo le arrebataba la pole a Verstappen con un tiempo de 1:14:670 y con las caras largas de los tiffosi tras la insólita eliminación en la Q2 de las dos máquinas del Cavallino Rampante.
La carrera empezó con la fantástica maniobra de Max Verstappen para rebasar a Piastri a la salida de la chicana de Tamburello y tomar la punta del pelotón. Y contra todos los pronósticos, no soltarla más. Como era de esperarse, el neerlandés en Red Bull procuró mantenerse fuera del rango de DRS. Por su lado, el australiano de McLaren no apuraba, hasta que vino una mala decisión del equipo.

En el giro 14, la tienda papaya llamó a Piastri para cambiar los neumáticos medios con los que había largado por duros. Intentaron hacer un undercut, pero en Red Bull apostaron por una sola parada y mantuvieron a Verstappen en la pista que, con aire limpio venía volando cómodamente. Para aumentar los males, se demoraron más de tres segundos en el reposte. Oscar Piastri retornó al asfalto italiano en P11 a treinta segundos del líder y metido en un tráfico, casi, como el de nuestra caótica Javier Prado.
Por su parte, Lando Norris, a quien sus propios errores sabatinos lo enviaron al cuarto lugar de la parrilla tuvo que batallar varias vueltas para superar a George Russell, así que, ahora, ningún McLaren estaba en posición de disputar nada con Verstappen, quien esta vez en Imola, compró el boleto ganador de la lotería.
En la vuelta 29 Esteban Ocón estacionó a un lado el Haas acusando un fallo, lo que obligó a un VSC. El premio para el campeón vigente decía: un reposte de neumáticos gratis, sin perder la ventaja sobre sus seguidores. Bingo.

La carrera entró en un letargo salpicado de algunos duelos interesantes como los de Hamilton con Antonelli y el de Albon con Leclerc entre otros, hasta que, en el giro 46 Kimi Antonelli notifica que se va a detener por un problema, dejando el Mercedes aparcado en una zona comprometida. El ingreso del Safety Car anunció un renacimiento de la carrera. Las ventajas se desvanecen. Muchos aprovecharon para cambiar neumáticos. Muchos, menos Piastri.

Cuando se reanudó la competencia, el australiano no tenía reservas de caucho como para ir a pelear la punta con el neerlandés. Faltando cinco vueltas para el final, Norris pasó al segundo lugar, pero igual, estaba lejos del líder. La baraja ya estaba jugada. Zack Brown va a querer olvidar rápido este gran premio. En el podio, el rostro serio de Piastri evidenciaba fastidio y frustración. “Tenemos cosas que hablar en el equipo” había declarado en la entrevista post carrera.

En Ferrari, la escudería local, la recuperación fue bastante notoria. Lewis Hamilton terminó cuarto tras una remontada que hizo recordar los mejores momentos de su trayectoria, mientras que Charles Leclerc lo hizo en P6 tras acatar un fallo de devolver la posición a Alex Albon por presuntamente empujarlo fuera de los límites de la pista. Les lavaron la cara a los dueños de casa, aunque siguen al debe en la cuenta pendiente con sus fanáticos.
En Red Bull aun no resuelven la ecuación de la extensa diferencia entre sus dos pilotos, aunque hoy Tsunoda pudo sacudirse del impacto del sábado y sumar un punto. Williams ya es una realidad con un Albon que conquista un P5 y Sainz un P8. En cambio, mucho trecho por andar para Aston Martin y Alpine.
Con esta victoria, Max Verstappen llega a los 124 puntos y acorta distancias con el líder del campeonato Oscar Piastri que tiene 146, seguido de Lando Norris con 133. Mientras que, en la tabla de constructores, McLaren acumula 279 unidades oliendo a campeón por paliza. La próxima carrera será el famoso GP de Mónaco en las calles de Montecarlo el próximo domingo 25 de mayo. Hasta entonces.

Jorge Luis Garay. Comunicador audiovisual, guionista y docente universitario. Redactor de contenidos en Perú Off Road & Racing
Fotos: Red Bull, Ferrari, EFE