Porsche Perú llevó a cabo la tercera edición de ‟She Track Day” en el Autódromo La Chutana, un evento dirigido exclusivamente a mujeres. La jornada reunió a clientas, así como a un grupo de mujeres influyentes y empresarias, quienes disfrutaron de la experiencia Porsche. Las participantes tuvieron la oportunidad de probar vehículos icónicos como el 911, los 718 (Boxster y Cayman), y los SUV Macan y Cayenne.
Para seguir impulsando la representación femenina en el automovilismo, el fabricante de Stuttgart llevó a cabo, el viernes 25 de octubre, la tercera edición de ‟She Track Day” en el circuito de carreras La Chutana, ubicado al sur de Lima. Este evento, diseñado exclusivamente para mujeres, tuvo como objetivo crear un espacio seguro, en donde alrededor de 20 clientas y fans de la marca pudieron disfrutar de una emocionante jornada en el autódromo a bordo de sus vehículos.
Esta edición cobró especial relevancia, ya que no solo estuvo dirigida a clientas, sino también a un grupo de mujeres influyentes y empresarias, quienes compartieron la experiencia Porsche y tuvieron la oportunidad de probar la potencia del legendario 911, los 718 (Boxster y Cayman) y el rendimiento de los SUV Macan y Cayenne.
‟En Porsche, promovemos activamente la participación de la mujer en la industria automotriz. ‘She Track Day’ es más que una experiencia de manejo; es una plataforma de empoderamiento donde reconocemos que dominar el volante es sinónimo de tomar el control, no solo de un auto, sino también de la vida”, señaló Andrea Ibargüengoitia, jefa de Marketing y Prensa de Porsche Perú. ‟Queremos que cada participante sienta que aquí no hay límites para lo que pueden lograr, tanto en la pista como en su vida cotidiana”.
Sobre ‟She Track Day”
El programa inició con una charla de seguridad a cargo de los pilotos profesionales Ignacio Espinosa y Federico Pendavis, quienes ofrecieron recomendaciones clave para que las participantes mejoraran su rendimiento al volante y disfrutaran de la adrenalina de manera segura a lo largo del circuito.
Durante la actividad, se realizaron dos tipos de pruebas. La primera, denominada Slalom, consistió en esquivar conos a una velocidad constante, mientras que la segunda, Guided Laps, permitió a cada asistente dar vueltas al circuito detrás de un auto de seguridad, poniendo a prueba sus límites. Esta experiencia integral elevó el nivel de conducción de las participantes, ya que las retó a mantener la adherencia del vehículo, cuidar la precisión en la dirección y encontrar la velocidad adecuada en cada curva.
